Estoy profundamente convencida de
que cada persona es libre de amar a quien quiera siempre que haya
consentimiento de ambas partes y no se lastime a nadie. Deberíamos preocuparnos
más por el odio que se comparte y dejar de preocuparnos ridículamente por el
amor que surge entre dos hombres o dos mujeres. Guarden las preocupaciones para
los problemas… no para el amor. Con esto resumo mi punto de vista con respecto
a la homosexualidad y no pretendo entrar en polémicas pues simplemente no estoy
abierta a debates…. En mi burbuja personal, el ser quien cada uno quiera
ser, es un derecho intrínseco de todo
ser humano.
Bueno, ahora pasemos a nuestro
tema en cuestión: la fabulosa y esplendida relación que se da entre un hombre
que busca hombres y una mujer que también busca hombres, o sea entre un hombre
homosexual y una mujer heterosexual. Personalmente soy la reina de los gay
crushes. ¡Desde el momento en que les miro a los ojos ya sé que estoy frente a una
alma gemela! Es que con los años me he dado cuenta de que yo también, a pesar
de ser mujer, soy un puto más. Y estoy totalmente asumida. Me encuentro de
maravillas compartiendo mi vida, mi tiempo y mi corazón con otros putos.
Puedo decir con total seguridad,
que todos mis amigos gays comparten una cualidad que considero preciosísima: la
pasión. Cada uno de ellos tiene algo que les mueve internamente y saca un
brillo especial en sus ojos que les ilumina el rostro, ya sea el recuerdo de un
gran amor, la emoción al oír un poema o una canción, el sentir el síndrome de
Stendhal ante una obra de arte, el placer de saborear un vino perfecto, el
respeto hacia los perfumes de L’artisan, la devoción a la última colección de
Galliano para Dior o la alegría de encontrar un sillón de Eames en una feria de
garaje. Sea cual fuera la pasión que les mueve, saben hacerla parte de su
mundo, y encuentran siempre la manera de vivir una existencia absolutamente
apasionada. ¡Cómo no amar compartir el maravilloso mundo que todos ellos saben
crear para sí mismos!
Personalmente, creo que toda
mujer inteligente tiene que tener un mejor amigo gay. Se preguntarán por qué. Permítanme
enumerarles los motivos:
1. Pueden
servirnos de Guía del Viajeras Intergalácticas: Recuerden que todas las mujeres
somos de Venus mientras que los hombres son de Marte. Si bien estos marcianos
no son tan verdes como nuestras medias naranjas, de todas maneras siguen siendo
marcianos. Tener como amigo a un marciano rosa puede servirnos de guía
ilustrada a comprender aquel universo masculino tan enigmático para nosotras.
2. Su
refinamiento embellece al mundo en el que vivimos: Bueno, convengamos que el
ser gay no te hace automáticamente refinado, pero puedo asegurarles de que no
hay un solo gay que no se sienta refinado. Ya con el sentirse refinado les
aseguro que compartir tiempo con ellos nos hará ver al mundo con mejores ojos.
3. Son
fabulosamente divertidos: Ellos saben cómo alegrarte hasta en los momentos más
dramáticos. Pueden hasta improvisar una sesión de fashion pólice en un velorio
con tal de arrancarte una sonrisa. Créanme.
Nadie maneja la ironía mejor que un hombre gay. Su sentido del humor puede ser
inteligente, tonto o pícaro, y también hasta un tanto negro cuando haga falta,
pero siempre, absolutamente siempre tendrá una estela irónica incomparable que
te arrancará una carcajada o simplemente te devolverá la sonrisa y las ganas de
reír cuando pensabas que ya todo estaba perdido.
4. Su
amor por el arte es sencillamente contagiante: ya sea la música, la danza, la
pintura, el teatro o la moda, tu amigo gay siempre va a tener alguna veta
artística que le apasione. ¡Finalmente tendrás compañía para ir a ver “El Lago
de los Cisnes” todos los fines de semana compartiendo lágrimas de emoción con
la interpretación de la muerte del cisne.
5. Puedes
conversar con ellos sobre todo los temas que te gustan: Imagínense el oasis que
es para una mujer tener amigos gays durante el mundial. Poder sentarte a
charlar con un hombre por horas ininterrumpidamente sin tener que se toque
ningún tema futbolístico en pleno mundial es algo que no tiene precio. ¡Como si
esto fuera poco, Imagínense que además pueden tener una conversación
inteligente con un miembro del sexo opuesto que entiende a la perfección lo
criminal que es llevar polyester y sabe que un grand jetté no es una marca de
licor francés.
6. Puedes
compartir tiempo con ellos sin sentirte como un trozo de carne: Por lo general
los amigos varones tienden a complicar las cosas confundiéndolas. En algún
momento de la amistad se pegarán un lance patético que podrirá todo. Basta con
que te pongas un escote un poquito más cavado,
y ya se les desviará la vista y siempre tendrás que preocuparte de que
tenga segundas intenciones. Sin embargo, un amigo gay jamás se sentirá
confundido contigo ya que simplemente no estás en el menú.
7. Son
los mejores compañeros de baile: Imaginate bailar toda la noche con alguien por
el solo goce de la música, de la diversión, de la noche y la celebración. Nada
se compara a tener como compañero de baile a alguien con quien podés payasear
sin sentirte ridícula, abrazar sin que te toquetee, que ame todas las canciones
que vos amás y que cuando salga el tema de Madonna grite más que vos.
8. Son
más “sensibles”: ¡Mentiiira! Puedo asegurar que esto es una gran falacia. Tal
vez sea más correcto decir que son más empáticos con nosotras. Pero en
cuanto ser más sensibles, creo que no
hay gay que se respete que no anteponga la sinceridad a la sensibilidad, por lo
que técnicamente no van a tratar de
endulzarte nada. Tu amigo gay será siempre el primero en decirte la triste y
dolorosa verdad que te negás a ver y a la cual todas tus amigas mujeres le
hacen la vista gorda para no herir tus sentimientos. Si el vestido que elegiste
te hace ver como una mortadela mal cargada, ponele la firma que tu amigo gay te
lo dirá de frente a la primera oportunidad. ¿Y qué preferís: que te mientan y
te digan que estás divina como tus amigas o que te digan la verdad en la cara
para ahorrarte el bochorno? Personalmente, yo elijo siempre a la sinceridad por
encima de la sensibilidad.
9. Sus
cumplidos son siempre sinceros: Esa misma sinceridad que les hace decirte toda
la horrible verdad en tu cara, hace que puedas siempre tomar sus elogios como
sinceros, algo que ya tenemos por sabido que no podemos hacer con los piropos
de sus congéneres.
10. Su
valentía es inspiradora: Personalmente creo que hay que ser muy valiente para
asumirse en una sociedad como la nuestra, donde hay tanta hipocresía y tantos
prejuicios. Yo he llegado a darme cuenta de que mi círculo más íntimo de amigos
y amigas está compuesto siempre por personas a quienes admiro y mis amigos gays
no son la excepción. Ellos tuvieron que pasar pruebas muy difíciles simplemente
para ser felices, algo que muchas de nosotras damos por hecho. Es muy difícil
ser diferente en un mundo intolerante y más aún es muy difícil ser fabuloso en
un mundo mediocre.