23 junio 2014

EMPATÍA FEMENINA



Hoy me toca hablar sobre un tema de actualidad en mi país. Este mes, en la reunión de la OEA en tierra Paraguaya las autoridades locales dieron a conocer su posición en contra del proyecto de resolución sobre Derechos Humanos, Orientación Sexual, Identidad y Expresión de Género, que será propuesto por Brasil en la Asamblea de la OEA.Toda la polémica llevó a muchos a salir a manifestarse contra la comunidad gay e incluso empezaron a recorrer mails y petitorios para recolectar firmas para apoyar la causa anti gay.

No puedo quedarme callada ante algo que como mujer me parece execrable. Personalmente, creo que las mujeres que critican tan escandalizadamente a los homosexuales, adoctrinan a sus hijos e hijas para que sean intolerantes con los gays y salen a recolectar firmas y a manifestarse contra los gays para "proteger a la familia" deberían ser más memoriosas.

Recuerden que hace menos de cien años a las mujeres se nos negaba el derecho al voto y ni que decir el acceso a los cargos públicos. El argumento de quienes defendían como justa esta postura era que éramos frágiles e histéricas y por supuesto estaba la enorme preocupación de que sí se nos daba el derecho al voto, al poco tiempo se nos ocurriría la locura de ser diputadas, senadoras, ministras, o incluso el descaro de presentarnos como candidatas a la presidencia y quien cuidaría a los esposos y a los hijos? 

Las autoridades de la época se explayaban con argumentos brillantes como este del político español Hilario Ayuso: «el histerismo impide votar a la mujer hasta la época menopáusica» Por supuesto, según estas brillantes mentes de inicios del siglo XX, el histerismo nos prohibía otras cosas como seguir una carrera universitaria y convertirnos en profesionales. Para la mentalidad de la época, la mujer no debía salir de la casa, su mayor ambición debía ser cuidar con esmero de su hogar, y el VOTO FEMENINO PONÍA EN PELIGRO A LA FAMILIA. 

La mujer...como pilar de la familia, no podía abandonar su hogar para trabajar, estudiar, hacer vida política, o votar. ¿Qué pasaría con la familia si todas las madres siguieran este modelo? Esto se preguntaban con preocupación las mentes brillantes hace menos de 100 años.

¿Sabían que en Paraguay recién se nos permitió votar a las mujeres en 1961? ¿Qué fuimos el último país de la región en conceder el sufragio a la mujer? Pues seamos memoriosas y solidarias como mínimo con quienes aún se ven reducidos en sus derechos fundamentales. Basta de ignorancia, intolerancia, olvido y negación. Piensen cuán ridículos se verán dentro de 40 años con sus cartelitos de odio y pancartas llenas de frases ridículas. Observen la imagen de abajo... Tiene menos de 50 años.... ¿Se ve ridícula verdad?
 

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